Medicina pública
Presa de una emergencia (la noche leicesteriana a veces se pone peligrosa), prácticamente de madrugada, una llama al servicio de atención médica de la Gran Isla Británica. Explica el problema entre balbuceos --el listening comprehension telefónico sigue siendo una prueba difícil de manejar--, recibe indicaciones para llamar a otros números, y luego a otros, hasta que al fin logra dar con la secretaria del Dr. Simon que, sin mostrar indicios de conmoción alguna (ni ante la urgencia del caso ni ante los balbuceos), se limita a decir que el Dr. no podrá antenderme y ante la insistencia sugiere sin más: It is not my problem. Y como una no es ducha ni allá (y mucho menos acá) en el arte de la argumentacion y la queja (je) sólo atina a repetir bobaliconamente It is not your problem, ok. Esta es la atención médica primermundista? Pero cheeee. I am going to sue you!, tendria que haberle dicho como bien me dijo luego N (sue: institute legal proceedings). Suerte que la farmacéutica del barrio me dio la pastillita sanadora, me ponderó un inglés a su gusto exquisito, además de tratarme como una adolescente y devolverme de paso 10 años. 25 pounds salió la jodita. Sin contar la sponja.
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