Hawking y la voz del universo

Ayer, mientras yo correteaba por Londres haciendo lobby por el futuro cada vez mas incierto de mi PhD, P. se acomodaba en el salon mas grande y coqueto de Leicester University para la conferencia estelar de Stephen Hawking, llegado especialmente de Cambridge. "El origen del universo" (nada menos). La velada, una super nota para MDA y cercana a la experiencia zoologica, tuvo sus bemoles. Mas de 1000 personas y la creme de la creme pueblerina: el chancellor (una especie de rector), heads of departments multiples y hasta los nombres de los edificios dijeron presente. Algunos no habian tenido la prevision de P y no tenia su entrada entonces en dos salones contiguos transmitian en directo. Parece que la charla no estuvo tan mal: teoria cuantica y cosmogonia aplicada para el gran publico - o lo que aquello pueda significar-, mucha foto, mucho ppt y mucha "ironia" por parte del conferencista; solo que por momentos se hacia un poco laaaaaaaaaarga. Ante cada pregunta habia que esperar que Stephen moviera imperceptiblemente su pomulo derecho (traducido en un vertiginoso aleteo de pestañas) para activar por laser una serie de palabras en su pantalla personal. Solo cuando la oracion estaba completa, el sintetizador pronunciaba la frase. El cientifico, un experimentadisimo performer de su propia discapacidad, jugaba con el suspenso. Mientras la platea aguardaba con la respiracion contenida la respuesta a una de las pocas intervenciones duras del publico (olvide cual) la eminencia se tomaba su tiempo moviendo pestañas a lo loco: "This question is not relevant", ninguneo al final. Pero el momento de la noche fue otro: "Para uno de los cientificos britanicos mas brillantes de todos los tiempos, no es un molestia tener una voz con acento norteamericano?". Stephen no contesto. El asistente que se ocupaba de casi todo (en especial de llenar los silencios incómodos) conto que a pesar de que los avances tecnicos permitian ajustar la emision a las cadencias del acento british, despues de tantos años, Stephen estaba muy apegado al sonido de su propia voz. Tomato, tomeito.