Visita
Este mes estuve varias veces en la ESMA. Varias veces en el taller de Cocina y Política de Hebe y también entrevistando en el Archivo General de la Memoria. Nunca en el Casino de Oficiales, teatro de la represión. Y aunque una crea estar advertida, todo se desarma. Y se puede llorar frente a una garita de vigilancia por donde los operativos ingresaban dando la contraseña de partido de ajedrez y apenas pudiendo seguir por momentos el relato de Sabrina, gran guía del Instituto por la Memoria. No, no alcanza estar advertida, no se puede. Una visita casi obligada.
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