Purple
Esta ciudad tiene un problema grave: no hay bares. O hay, pero solo hasta las seis de la tarde, despues solo quedan pubs que pueden ser divinos pero poco afines al vertigo de lecturas. Con ese mood llegamos con N a la British Library buscando refugio. Y resulto un lugar palaciego, de ininitos pasillos y escaleras blanquisimas, con un corazon de libros en el medio y hasta el cielo, envuelto en cristales donde se dice que esta todo lo escrito en ingles de siemper hasta esta parte. Todo. Y todavia les quedo espacio, no para uno, para muchos barcitos! Una hora y media de late en taza de porcelana blanca. Una luz suave donde los cuerpos que importan de Judi se perciben mas y mas provocadores. Faltaba todavia para el cierre cuando nos distrajo una musica festiva, peligrosamente cercana, acaso una orquesta eslovaca? El snobismo me mata. Buscando la salida y juro que casi sin querer fuimos a dar en pleno coctel inaugural de una muestra... de libros infantiles. Con champagne ingles! Y hasta una cucharada enorme de porcelana con una delicia inclasificable adentro. F estaba ya esperandonos en la puerta asi que partimos a Bloomsberry y , tal vez liberada por Judi o por el champange, no pude mas que sucumbir ante unas botitas color purple.
1 comentarios:
A las 18 de octubre de 2007, 10:30 , Unknown ha dicho...
Tus reseñas están mutando a un tono desvergonzadamente Carrie Bradshaw. Desmarcate ya. Vos tenés una personalidad!
j.
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